
Un microscopio es un instrumento óptico que permite observar objetos que son demasiado pequeños para ser vistos a simple vista. Fue una invención revolucionaria que transformó la ciencia y nuestra comprensión del mundo microscópico.

¿Cómo funciona un microscopio?
Los microscopios, especialmente los ópticos, funcionan utilizando lentes para magnificar la imagen de un objeto. La luz incide sobre la muestra, atraviesa una serie de lentes (objetivos y oculares) que la desvían y la amplían, haciendo que el objeto parezca mucho más grande de lo que realmente es.

Partes principales de un microscopio óptico:
- Ocular: Es la lente por donde el observador asoma el ojo. Generalmente tiene un aumento de 10x o 15x.
- Tubo o cañón: Conecta el ocular con los objetivos.
- Objetivos: Son un conjunto de lentes con diferentes grados de aumento (por ejemplo, 4x, 10x, 40x, 100x), que se encuentran cerca de la muestra y producen el primer aumento de la imagen. Se pueden cambiar girando el revólver.
- Revólver: Permite cambiar fácilmente entre los diferentes objetivos.
- Platina: Es la plataforma donde se coloca la muestra a observar. Suele tener pinzas para sujetarla.
- Tornillos macrométrico y micrométrico: Permiten ajustar la posición vertical de la platina o el tubo para enfocar la muestra. El macrométrico se usa para un enfoque rápido y el micrométrico para un enfoque más preciso.
- Fuente de luz: Proporciona la iluminación necesaria para la muestra.
- Condensador: Concentra los rayos de luz de la fuente hacia la muestra.